👁Literatura SM
En la ciudad de Shangri-La existe un jardín prohibido. Es el único lugar del mundo donde crece un árbol que da frutos dorados. Y aquel que los pruebe recibirá sorprendentes revelaciones. Penny Berry lo tiene claro. Viajará a Shangri-La para encontrar el árbol dorado. Es su oportunidad de conocer el paradero de sus padres. Además la acompañan sus amigos. La aventura no ha hecho nada más que empezar.
Penny Berry vuelve por Navidad a la casa familiar de las HighLands, donde la esperan su abuela Octavia y todos los personajes y animales fantásticos que ya conocimos en la primera aventura. Ella estaba deseando ir de nuevo, porque allí pasó el verano más fantástico y asombroso de su vida. La época navideña parecía un buen momento para fomentar los lazos familiares pero, casi nada más llegar, se encuentra con una noticia inesperada, su formación como maga debe continuar inmediatamente, debe hacer un curso de control y perfeccionamiento de su don. Penny tiene el don, es astrosaura, tiene unos poderes que la hacen mucho más especial dentro del mundo de la magia, «es una sanadora única entre un millón».
Pero esperar un nuevo curso de astrosauro es imposible, el próximo podría ser dentro de 20 años. Además, hay una curiosa coincidencia que hace mucho tiempo que no ocurría, hay diez niños astrosauros de muy distintos orígenes, algunos más cercanos como Germania, Las Galias o Escandinavia y otros más lejanos, de China, India, Nepal… que, acompañados por sus animales de competición, casi todos dragones y grifos de diversas especies, deberán acudir a la ciudad de Shangri-La, un lugar exótico y desconocido. Penny irá acompañada de sus amigos los fantasiosos e inquietos Pipa y Noel. Además todos (oteadores, recolectores y sanadores) deben pasar por Shangri-La al menos una vez en la vida.
Así es como comienza la nueva aventura escrita por LLuísPrats que nos presenta también nuevos seres, como unos afables yetys y algunos otros de la mitología oriental, por ser donde se desarrolla la historia, como el ave fénix chino fenghuang o el persa simurgh. Hay espantosas criaturas como el malvado ettin, ogro de dos cabezas y muchos más, como ya nos tiene acostumbrados el autor.
El libro está maravillosamente ilustrado por María Simavilla y, como es parte de una colección, sigue la misma estética del primer volumen en una edición muy cuidada con letras capitales e ilustraciones de página entera. Es un libro de pasta dura, bien encuadernado y de tacto agradable. La portada, de colores muy claros y contrastados, sí nos da algunas pistas de lo que el libro cuenta en su interior.
Una buena parte de la historia se desarrolla cuando Penny Berry y sus amigos están ya incorporados al ritmo ‘normal’ de sus clases, todo lo normal que pueden ser con compañeros de estudios con mágicos poderes y estrafalarios profesores de asignaturas como: flores y plantas insólitas, mágicas y poderosas criaturas, venenos y pócimas o animales asombrosos grandes y pequeños… Además el hermano de Penny, Marcus, adquiere nuevo protagonismo en esta aventura.
También en este libro (en las páginas 49 y 50) hay un detallado mapa de localización de las instalaciones de la escuela, cuáles son los distintos edificios y a qué se dedica cada uno, aunque hubiera sido más acertado ponerlo en las guardas, como en el libro anterior, para no tener que buscarlo cuando se tiene que consultar.
Este relato es más emocionante que el primero, desde el primer momento hay magia y acción, criaturas sorprendentes y personajes misteriosos. La autoridad está representada por la extraña Decana del Himalaya Lhotse Huang, que trata de poner orden en el original día a día de la escuela de Shangri-La, mientras los hermanos Clutterbuck, con sus travesuras, se saltan todas las normas.
En la competición final, «La Gran Travesía Blanca», cada astrosauro demostrará quién es en realidad, sus cualidades y virtudes y también sus flaquezas.
Se ha publicado una tercera aventura, «Penny Berry y la cripta de los olvidados», parece que es el desenlace de toda la historia, no nos lo vamos a perder y… ¡nos encantaría jugar una partidita de bestiajedrez!
¡Disfrutad de la lectura!