Tesoros de la Biblioteca Nacional.
Los libros Pop Up: una historia con más de 900 años.
A la salida encontramos a Miss Chou: joyas deliciosas.
👁 Biblioteca Nacional de España
Aunque estamos más que acostumbrados a llamar pop-up a los libros cuyas hojas despliegan su oculto tesoro al abrirlos y los relacionamos con preciosos ejemplares infantiles, en origen estos libros móviles no estaban destinados a los niños sino a los adultos, no sólo por su complejidad sino también por su elevado precio; la transformación se produce cuando surgen la preocupación por la pedagogía y la literatura infantil. En el Museo de la Biblioteca Nacional nos lo enseñan.
Desde muy pequeña [M], supongo que a la mayoría de los niños les pasa lo mismo, adora los libros desplegables. No es extraño porque hay auténticas preciosidades, caprichos que a mí también me encantan y que siempre hemos buscado en cada visita a las librerías. Esa curiosidad de coleccionista por descubrir nuevos ejemplares todavía nos embarga en la actualidad y no es raro que vayamos por la calle, nos topemos con alguna librería y [M] me pregunte en tono implorante ¿podemos entraaar? Le sigue encantando ver y tener esos libros tan especiales, casi mágicos; aunque ahora, que es apasionada lectora, le gusten también otros. No deja de parecerme que estos libros interactivos, en los que hay que tirar o destapar o girar alguna pieza, son una forma indirecta y fantástica de acercarles a la lectura…
Hemos decido ir a ver esos tesoros que se exhiben en la Sala de las Musas hasta el 11 de septiembre, probablemente la mejor y más completa colección de libros móviles antiguos que se conservan.
Reproducimos tres preguntas a Gema Hernández Carralón, comisaria de la exposición Antes del Pop Up, publicadas por 20Minutos, que nos parecen muy ilustrativas:
¿Cómo surge la idea de buscar y exponer los primeros libros móviles?
Viendo un ejemplar de anatomía del siglo XVI que me pareció curioso, empecé a pensar en el libro móvil antiguo, y en cuántos podía haber. Y pensé también que en España no se había hecho una exposición así desde una institución.
¿Ha sido complicada la búsqueda?
Sí, lo ha sido porque hay varios términos para registrarlos y diferentes técnicas que dificultaban encontrarlos.
¿Por qué un título en inglés?
Porque resultaba fácilmente identificable, pero es cierto que estos no son exactamente pop-up. Los de esta muestra, predecesores de los otros, son libros móviles o desplegables. Lo más acertado sería libro con ilustraciones o grabados móviles, pero es largo.
En el transcurso de los años se les ha denominado de muy diversas formas: libros móviles o desplegables, libros sorpresa, incluso libros vivos. Fue una editorial americana, Blue Ribbon, a principios del siglo XX, la que utilizó por primera vez el término más extendido hoy en día, Pop-up books, libros que emergen o explotan, para denominar a una colección infantil de desplegables.

Lo primero que llama nuestra atención al entrar es un enorme y colorido libro acordeón, El Gran Circo Internacional (1887). Esta obra tan llamativa, que sirve para ilustrar el concepto actual, es, sin embargo, la única de la exposición procedente de una colección privada.
Después nos detenemos a observar las primeras obras móviles de la historia, auténticas joyas bibliográficas. «Se suele citar un libro móvil de Ramón Llull como de los primeros, pero antes ya estaban los del inglés Matthew Paris«, ambos están presentes en la muestra.
El ejemplar más antiguo que podrá verse es el incunable Kalendarium de Johannes Regiomontanus, del año 1482, el primer libro impreso con partes móviles, esto nos da una idea de las joyas expuestas.
Las técnicas de estos ejemplares eran bastante sencillas y básicamente se empleaban dos: la solapa, que es un papel vuelto sobre sí mismo, y los discos giratorios o «volvellae«. Podéis ver el vídeo BNE Orígenes del libro móvil aquí
Los temas que protagonizaron estas obras desde sus orígenes hasta el XVIII fueron la astronomía y la navegación, la adivinación y la religión. «En adivinación hacían fundamentalmente discos giratorios que se suponía que predecían el futuro«, explica la comisaria. «El azar y predecir el destino les fascinaba«, comenta.
Estos «volvellae» o discos superpuestos, giratorios y unidos por un eje, todavía los siguen fabricando y utilizando los niños de hoy para las tablas de multiplicar, vocabularios en otros idiomas y todo lo que se les ocurre a sus profesores.
Llaman poderosamente la atención, de los niños y de los adultos, los libros de anatomía, muy realistas, con muchas capas que van mostrando los órganos del cuerpo como si se estuviera diseccionando.
La selección de obras, centrada en los fondos de la BNE, pretende no sólo dar a conocer esos libros tan especiales sino también dejar constancia de la aportación española muy poco conocida fuera de nuestro país.
Para los niños es un paseo corto y asombroso, su naturaleza curiosa les hace descubrir pequeños detalles que fijarán en su memoria.
Nosotros seguimos y seguiremos buscando libros sorpresa, término que hemos aprendido con ocasión de esta exposición y me encanta. Como siempre que hablamos de libros, os proponemos alguno: «Atlas del Mundo» de SM con pop-up y esfera giratoria, «El Principito» de Ediciones Salamandra, un clásico con ilustraciones pop-up. Y no podemos dejar de recomendaros uno de Roald Dahl «Charlie y la fábrica de chocolate» de Editorial Combel. Podéis aprovechar para subir la escalinata principal de la Biblioteca Nacional y echarle un vistazo la muestra bibliográfica que le han dedicado.
A la salida un premio inesperado…
… nos encontramos con Miss Chou en Villalar 6, tienen deliciosos petit choux rellenos de crema de sabores clásicos o modernos y aspecto de joyas. El favorito de [M] es Miss Passion ¿nos guardáis el secreto?
No hemos podido hacer ninguno de los talleres, por las fechas, quedan pendientes para septiembre. Hemos hecho un taller de PopUp y os lo contamos ➡️ La Biblioteca Nacional ayer, hoy y siempre.