Vamos a la búsqueda del tesoro en el Palacio del Marqués, descubriendo el mundo mágico del que se rodeó.
👁 MUSEO CERRALBO
Estas semanas hemos decidido explorar sin prisa algunos de nuestros museos favoritos durante el pasado curso, con el apoyo del material que nos facilitan, perdiéndonos y permitiéndonos descubrir «el otro lado»
Como ya os hemos contado en otros planes en nuestro blog hemos estado en el exterior, en MI PEQUEÑO JARDÍN DE MUSEO y en el interior del Museo, en El HUERTO DEL MARQUÉS, pero es que este Palacio es tan espectacular, que nunca terminamos de ver todos sus detalles.
En el 171 aniversario del nacimiento del XVII Marqués de Cerralbo, queremos seguir descubriendo algunas de las obras de arte y objetos curiosos que coleccionó desde su juventud, que le han hecho merecedor del título de «el marqués coleccionista«, en las estancias en las que él y su familia vivieron, la que llegó a considerarse, en su tiempo, la colección privada de arte más completa del país.
Y gracias a su última voluntad, ahora podemos disfrutarla todos:
“Toda mi vida me he ocupado mucho en coleccionar obras de arte, arqueológicas y de curiosidad, habiendo conseguido reunir importantísimas y muy valiosas colecciones, y como tanto trabajo, estudio y dispendios me ha costado reunirlas, es natural que sienta se disgreguen, y puesto que no tengo herederos forzosos, he resuelto disponer de esas colecciones en forma que perduren siempre reunidas y sirvan para estudio de los aficionados a la ciencia y el arte.”
El material didáctico que facilita el Museo, en su portada, reproduce un retrato de Don Enrique de Aguilera y Gamboa, con su uniforme de gala de Maestre de Granada, el original está expuesto en la Galería I.
Y…¿ahora qué ves?

La Casa-Palacio se ha tranformado en una isla del tesoro, tenemos un mapa que nos muestra el recorrido.
Nos proponen: «Observar, buscar, encontrar e investigar las piezas para finalizar el juego»
Comienza la aventura en la Escalera de Honor que era uno de los espacios más importantes, hasta ella llegaban en sus carruajes los invitados y solía ser una muestra de esplendor y del prestigio social de la familia. En la del palacio Cerralbo la barandilla de hierro forjado perteneció al antiguo Monasterio de las Salesas Reales y también aparece el gran escudo con las armas de la familia, entre dos tapices del s. XVII.
La escalera lleva al Piso Principal, el destinado a las visitas, a ellas se dedicaban los mejores espacios, donde se celebraban las recepciones, fiestas y bailes.
Entramos en la Armería, que era donde se recibía a los invitados y se llevaba a cabo la ceremonia del besamanos. Aquí hay una gran colección de armas y armaduras de la familia, entre otros objetos.
Pasamos de una página a otra y de una estancia a otra, la amabilidad de todo el personal del Museo Cerralbo es sobresaliente como nos veían dar vueltas, pensaban que estábamos despistadas, y acudían solícitos a rescatarnos y explicarnos la sala que habíamos dejado de ver o el detalle que no localizábamos entre tantas maravillas.
– yo he visto el perrito antes pero…¿dónde estabaaa? , me dijo una de las veces [M] (y es que con tantas vueltas y revueltas el perrito acomodado en la chaisselongue que tantas veces nos ha hecho sonreir, no aparecía)
Desde el año 2002 han venido llevando a cabo un minucioso trabajo centrado en la recuperación de los ambientes originales del primitivo palacio, porque hace años algunas zonas originales se habían modificado para adecuarlo a las necesidades del Museo.
Como curiosidad, la iluminación del Comedor de gala, que ahora nos parece pobre, probablemente recuerde a la original que combinaba las primeras ampollas de luz eléctrica con las velas, multiplicada gracias a la disposición de los espejos. Los balcones permanecían casi siempre cerrados, como ahora, antaño cubiertos con cortinajes realizados con tapices.
En el Salón Billar, se contaba en las crónicas de la época, que está la mesa en la que se habían preparado carambolas fáciles al Rey Fernando VII. Era el pasatiempo favorito de los Caballeros del XIX.
Seguimos con nuestra búsqueda que nos lleva a fijarnos en objetos sobre los que antes nunca habíamos reparado, reunidos por alguien cuyo impulso era el amor por lo bello. Pinturas y esculturas, dibujos, tapices, armas y armaduras, objetos arqueológicos, cajas, miniaturas, relojes…¿qué es lo que no coleccionaba el Marqués?
«En este mundo mágico, creado por Cerralbo, a cuyo conjuro los siglos se borran bruscamente y el Madrid actual se esfuma silencioso, no rigen clasificaciones, ni métodos; desde que se penetra, se tiene la impresión de estar en casa de alguien que amara las cosas bellas y que las reuniese en torno suyo por puro agrado, sin ligarse a ellas porque encajen o no en delimitados contornos». Consuelo Sanz Pastor.
El afán coleccionista del Marqués es evidente también en su preciosa Biblioteca, una de mis estancias favoritas, reúne en torno a 7.000 volúmenes desde incunables hasta ediciones de 1922, además de manuscritos de gran valor artístico, literario y científico y libros de otras materias testimonio de las inquietudes intelectuales de Don Enrique; se conservan clasificados tal y como él los dispuso.
En la Planta Principal todas las estancias se comunican, cada una con la siguiente, de modo que forman un espacio común. Hay un patio interior alrededor del cuál se situaron el Salón de baile y tres amplias galerías para exhibir las colecciones artísticas, ideadas por el Marqués, al modo de los palacios italianos, para que sus invitados pudieran contemplar las obras más importantes de su pinacoteca. En el Salón de baile hay grandes espejos venecianos que multiplican luces y reflejos hasta el infinito y un reloj misterioso…En este salón tuvieron lugar, además de bailes, importantes exposiciones de Arqueología y Numismática así como veladas literarias.

A la salida, si todavía tenemos un poco de tiempo, podemos aprovechar para dar una vuelta por la Exposición de PHOTOESPAÑA2016 : Shirley Baker (1932-2014) «Mujeres, niños y hombres que dejan pasar el tiempo», una de las pocas mujeres que estudió fotografía en los años 50 y que ante la dificultad de trabajar en prensa, para una mujer de la época, decidió desarrollar sus propios proyectos. Con archivos y fotografías inéditas.
Una aventura completísima para todos los gustos y edades ¿no creéis?