Plan de visita-taller a una preciosa exposición.
«Un jardín surrealista».
👁 BIBLIOTECA NACIONAL
Seguimos en la línea de planes misteriosos que nos hemos marcado últimamente. En la Biblioteca Nacional nos proponen uno muy enigmático ¿Te atreves a pasar por la boca del infierno? nos adentraremos en el Parque de los Monstruos y conoceremos la vida de su creador, Vicino Orsini, un verdadero príncipe del Renacimiento, intentando descifrar qué es real y qué una creación del escritor Manuel Mujica Lainez en su novela Bomarzo.
En la Sala Mínima de la Biblioteca Nacional, la comisaria de la exposición, Gema H. Carralón nos cuenta, en paralelo, la historia del misterioso Parque de Bomarzo y de la novela del mismo nombre. A mediados del siglo XVI Pier Francesco Orsini, más conocido como Vicino Orsini, mandó construir un jardín adornado con extravagantes estatuas (el Parque de los monstruos) en honor a su esposa, la bella Giulieta Farnesio.
Nos parece una historia muy poética y romántica, pero también tenebrosa. El noble italiano, Duque de BOMARZO, y Condottiero, señor de la guerra, que construyó en su feudo familiar un jardín, en honor a su fallecida esposa, en el que se esconden animales y personajes mitológicos realizados en peperino, una piedra volcánica fácil de tallar pero resistente al tiempo. Se representan, entre árboles y arroyos, los ogros de los cuentos de Dante, una elefanta de batalla con un legionario (símbolo de sabiduría, memoria y fuerza, como acertadamente señalan algunos niños), una tortuga con una victoria alada y enfrente una ballena, osos (orsini), un león y una leona… También hay algunas construcciones: un pequeño teatro romano, una casa torcida o un templo renacentista en un recorrido laberíntico, que confunde al visitante. A la entrada del parque hay esfinges de la mitología griega, protectoras de las ciudades, también una fuente con un pegaso, que les ha encantado a los niños, y una sirena; en aparente desorden aparecen otras esculturas más tenebrosas como un animal de tres cabezas, el cancerbero, que está en la puerta del inframundo, un orco, un dragón…Algunos dioses del Olimpo como Ceres, Neptuno, Plutón, el dios de los infiernos, y su compañera Proserpina, también Afrodita tiene su representación saliendo de una concha, Proteo, Hércules, Ariadna dormida sobre una piedra. Fascinantes esculturas que forman un recorrido que puede parecer caótico, pero sobre el que existen varias teorías.
Vicino, en el texto, se presenta como un ser inmoral y físicamente deforme que trata de desquitarse construyendo un parque plagado de monstruos, aunque parece que la historia real podría no coincidir plenamente con el personaje creado en la novela por Mujica Lainez.
“Vosotros que vais por el mundo, errantes, tratando de ver estupendas maravillas, venid aquí, donde están los rostros de horrendos elefantes, leones, osos, ogros y dragones”
El jardín, más bien parque, de BOMARZO permaneció olvidado, cubierto por la vegetación, durante cuatrocientos años tras la muerte de su promotor, Vicino Orsini, a la espera de su redescubrimiento. Los surrealistas, entre ellos Dalí, hicieron del Parque fuente de inspiración.
La imponente cara de un orco, que se halla en el Parque, se reproduce en la exposición a la entrada de la Sala Mínima; nos preguntan qué es lo que sentimos ante ella y qué significa la inscripción «OGNI PENSIERO VOLA»
Parece que estuviéramos andando dentro de un sueño. Un jardín laberíntico lleno de sorpresas que esta exposición nos ayuda a imaginar e incita a visitar…
El redescubrimiento del Parque de BOMARZO se lo debemos a los surrealistas. André Bretón se lo enseñó a Dalí en un libro y es famosa la frase que le dijo:
«Es tu universo, 400 años antes de que lo pintases»
Bomarzo influyó mucho la obra de Dalí, en alguno de sus más famosos cuadros pintó elefantes con obeliscos, ingrávidos, con patas extraordinariamente largas… Incluso decoró su propio jardín con esculturas de elefantes que, como hemos dicho, son símbolo de fuerza. Nos cuentan que quiso rodar allí una película y, para ello, movilizó a todo el pueblo.
María nos da algunas pinceladas sobre el movimiento surrealista explicando, por ejemplo, algunos de sus juegos como la escritura automática o el cadáver exquisito.
En el taller posterior, el reto es ¿cómo hubiera sido Bomarzo si lo hubiera diseñado Dalí? Los niños tratan de imaginar (y llevar a cabo) cómo sería el jardín si lo hubieran realizado los surrealistas. Con muchísimo y precioso material (huevos y conos de porespán, dados, cartón-piedra con textura de virutitas para la arena y hierba, varios tipos de papel y estupendas reproducciones de algunas esculturas del Jardín de Bomarzo y otros motivos surrealistas) cada niño diseñará su jardín. ¡Es una manualidad de resultado sorprendente!¡Nos encantó!

Al hilo de este plan, la propuesta de lectura para padres, por supuesto, la novela de Manuel Mujica Lainez y, para niños, «El vampirito de BOMARZO» que no hemos podido conseguir todavía, porque está agotado. Si lo encontráis, por favor, decidnos dónde.
¡Disfrutad del fin de semana!
¡Feliz Noche de los Museos !