Gymkana por el Retiro y
Taller de cestería.
👁 Huerto del Retiro
Desde que descubrimos las actividades ambientales del Centro de educación e información ambiental de El Retiro aquí, elegimos algunas actividades que no queríamos dejar de hacer, esta que os contamos hoy es una de ellas.
Los Jardines del Buen Retiro desde su apertura al público en 1868 son el parque más visitado por los madrileños y por los turistas nacionales y extranjeros. Como sabéis, la mayor parte de las personas que viven en la ciudad disfrutan del parque como si fuera su propio jardín y también los miles de visitantes del resto de España y el mundo. A nosotros nos encanta el Retiro y con esta actividad, práctica en su mayor parte, hemos descubierto una nueva forma de verlo y disfrutarlo:
Acercaremos a las familias al conocimiento del Jardín y de los árboles en general. El Retiro es un espacio que cuenta con una enorme diversidad de árboles. Observaremos las especies más representativas del parque y algunos de los árboles singulares. Aprenderemos a reconocer especies, y hablaremos de sus usos y curiosidades.
Eva nos recibe en la Puerta del Ángel Caído y rápidamente empezamos un breve recorrido por esta zona del Jardín, ella les hace preguntas a los niños ¿para qué sirven los árboles? se nos ocurren algunas respuestas, parece muy obvio y sin embargo nos va a enseñar a todos (también a los padres) muchos usos que desconocíamos; nos dice debemos cuidarlos porque nos ofrecen muchas ventajas y también debemos aprender a evitar los incendios.
Durante el paseo vamos haciendo paradas delante de árboles un poco distintos, con alguna peculiaridad, para que nos despistemos y no sepamos reconocerlos; Eva sigue lanzando sus preguntas, pone a prueba nuestros escasos conocimientos y comparte los suyos: los tipos de hojas, los distintos frutos, usos medicinales, calidad de la madera…
Después, en el aula del Huerto, jugaremos a detectives sobre un enorme dibujo ; debemos descubrir, por equipos, cuál es el significado de algunos sorprendentes objetos que nos han entregado, algunos de ellos no sabemos qué son y otros ¡no entendemos qué relación pueden tener con los árboles!
Seguimos aprendiendo usos asombrosos.
Y… comienza el taller de cestería, que es una técnica manual de la que tenemos conocimiento desde la época de los antiguos egipcios; tradicionalmente se han utilizado el papiro, el mimbre, el esparto o láminas de madera de castaño…
Eva y Marta nos explican que normalmente se suele utilizar el mimbre que se extrae del sauce, pero es muy duro. Nosotros, que somos principiantes, usaremos rotang tropical de 2mm de grosor, porque cuanto más grueso es más difícil de trabajar. Vamos a hacer pequeñas cestitas, vasos para bolígrafos y salvamanteles (si hiciéramos una cesta grande el grosor del mimbre debería ser mayor para darle más consistencia). El material está en remojo y debemos mantenerlo húmedo, para que sea más flexible y podamos trabajar con él sin que se nos rompa. Empezamos con 7 trozos iguales, nos enseñan a colocarlos, son los montantes (la trama sobre la que iremos pasando el rotang arriba y abajo).
Todos queremos participar, al principio parece difícil, requiere un poco de ayuda y paciencia, pero hechas las primeras vueltas es sencillo y el resultado verdaderamente profesional. Los niños exhiben muy orgullosos sus trabajos de cestería.
Aprender algo nuevo es siempre muy estimulante, pero crear con nuestras manos implica poner en marcha nuestra creatividad, nos estimula y a la vez nos relaja y mejora nuestra capacidad de concentración y nuestras habilidades manuales.
En el taller de cestería trabajamos todos juntos, mayores y niños, compartiendo la experiencia y aprendiendo que hay que ser cuidadosos y tener un poco de paciencia y que lo hecho poco a poco y bien desde el principio, crea una base sólida para el resto del trabajo.
¿Que os parece hacer un taller de cestería?¿Se os había ocurrido?
¡Feliz fin de semana!