El arte nipón se hace hueco en Madrid
Colección Bartolone Gobbi
La cultura japonesa, la oriental en general, ha sido tradicionalmente observada con fascinación desde nuestras latitudes por sus connotaciones exóticas, su gusto exquisito y como modelo de armonía entre naturaleza y espíritu.
Entender en profundidad esta exposición que inaugura la temporada de Centrocentro Cibeles desde nuestra perspectiva de meros observadores, legos en la materia, queda fuera de nuestras posibilidades, implicaría las grandes dosis de estudio de los italianos Pietro Gobbi y Enzo Bartolone, considerados dos de los mayores coleccionistas de arte japonés en el mundo, que desde los años 90 han cultivado esta pasión.

Tuvimos la ocasión y el enorme placer de verla presentada por Pietro Gobbi, comisario de la muestra, que ha seleccionado más de 200 obras que nos pasean por la atmósfera delicada del arte tradicional de la estampación japonesa desde el siglo XVII al XX, en la que junto a obras aparentemente menores, en blanco y negro, extraídas de álbumes, que centran su atención en escenas cotidianas de la clase media y que no se suelen incluir en grandes exposiciones, se exhiben otras únicas y no demasiado conocidas de las que Gobbi destacó las dos más especiales para él: INSHOKU YŌJŌ KAGAMI un estudio del aparato digestivo por el nivel de detalle que representa, aunque acorde a los conocimientos anatómicos de la época y OGINO ISSUI (1900) “Telaraña” que le parece de una extrema modernidad (es un apasionado de las artes gráficas)

En la primera parte, a modo de presentación, tratan de mostrarnos unas mínimas nociones sobre UKIYO-E, traducido como ‘el mundo flotante’ es un concepto que expresa los valores hedonistas, volubles y cambiantes de la nueva sociedad burguesa, nacida en el siglo XVII tras la unificación de Japón, como contraposición al ukiyo medieval que significaba ‘este mundo de dolor’. Los ukiyo-e técnicamente son xilografías que, a diferencia de los grabados, son realizadas por varias personas. Tras la breve introducción el recorrido te lleva a otras secciones dedicadas a la importante labor de transmisión cultural del aristocrático TEATRO NŌ Y KABUKI, su versión más popular; la visión de la mujer en el ukiyo-e, con una selección de grabados dedicados a la BIJIN, ‘mujer hermosa’, con estampas de etéreas geishas y cortesanas; el SHUNGA, las imágenes de la primavera, que incluyen la producción ukiyo de temática erótica en las que a veces se aprecia una versión caricaturizada; los MUSHA, guerreros tribales que a lo largo de los siglos se transforman en la figura del SAMURÁI así como el FUKEI-E, ‘el paisaje’, la naturaleza como expresión del fluir del tiempo a través del paso de las estaciones.
El recorrido expositivo consta de 11 secciones diferenciadas en una especie de viaje del periodo Edo (antigua denominación para Tokio) hasta el siglo XX (se cierra la exposición con una selección de shashin fotografías coloreadas curiosísimas)
A estas exquisitas estampas les acompañan otros objetos de la peculiar Colección Bartolone Gobbi como armaduras samuráis, exhibidas por primera vez, artísticas katanas y una serie de objetos de escritura (Yatate, portapincel y tinteros portátiles) y de adorno personal (Netsuke, espejos, abanicos y un primoroso Kimono) que recrean la atmósfera del arte japonés
Una exposición imprescindible, que os recomendamos y para la que es interesante acompañar de audio guía, aunque hay paneles y cartelas explicativas al lado de cada obra. Podéis sacar las entradas aquí
Además esta tarde-noche Madrid es un laboratorio de cultura viva, hay eventos por todas partes, se celebra, de nuevo, La Noche de los Libros y es imposible no encontrar algo apetecible, consultad la programación

Cada fin de semana nos atrapa una sensación de vértigo, parece que ya nada nos confina en nuestras casas y en este final del verano, que se alarga cada año un poquito más, la oferta cultural de la capi nos deja sin aliento. La vida continúa…
¡Feliz fin de semana!